Título: Manifiesto para entenderme
Autor: Wilmar Edison Martínez Cuervo
Año: 2010
Descripción:
Inversión:
Fragmentos:
Las
noches en los cadalsos son tenebrosas, el cielo cae lentamente mientras la
ausencia cobija los cueros, la tranquilidad se vuelve preocupante si lo cuerdo permanece; es ahí,
en donde el delirio saluda, lo inentendible subsiste y lo inconcluso aparece.
LA
ÚLTIMA FUNCIÓN
Últimamente se
han escrito varias obras de teatro sobre la monstruosa injusticia que supone el
actual código de moral social. Por supuesto que es una vergüenza insultante que
haya una ley para el hombre y otra para la mujer. Yo creo que no debería haber
ley alguna para ninguno de los dos. (Oscar Wilde).
Pesado el telón de polvo
rechina sórdido y tendido,
cargado como envuelto en
papayas,
escudo del teatro marcial
escudo del teatro marcial
que majestuoso justifica
caricia.
Allí,
donde emanan los labios de
Wilde
incestos de género en
contravía,
aplasta demonios humanados,
animales de monte,
prestigio de los que omiten
en el macabro espectáculo de
los que no comen.
Con la prudencia encorvada,
los ojos miopes
y los pies buscando fuga
la función promete flagelos,
hachazos repetidos,
desgracia sumisa,
tortura gitana,
una cadera hirviendo
filosofía
y los mortecinos secos
exclamando sus lagrimas
pesadas.
¡ sublime vino !
Brindan los presentes,
el acto arde en las tablas
enceradas,
marionetas de lazos
templados
asoman con sus caras
tristes,
las mascaras se caen
de sus rostro atrofiados
que se hincan de abandono,
medusa en los ojos del
mendigo que medio mira,
el telón se petrifica
cuando perdido estaba el
significado.
24
de Enero/ 2012
OSARIO
Mi amor, mi fe, instilará en tu pecho una calma
preternatural. Descansarás por el cuidado, te pondrás mejor, y si no, Helen, si
murieras.... entonces al menos aferraría yo tu mano querida en la muerte, y
gustosamente... oh, alegremente, descendería contigo a la noche de la tumba. (Edgar Allan Poe).
Tus verdades son duras
como lagunas en el invierno,
me acusas por mis pies
descalzos,
mis ojos dormidos
y de como repito mis
caricias.
Mis palabras
se pierden en las causas,
lentas,
desviadas,
se pegan a lo inconcluso
y me señalas
cuando no son de tu oído.
Cierras la puerta
cuando el olvido se cansa
y Bach suena de por medio;
olvidas siempre tu cabello
en el piso,
las miradas que me adeudas
y un pan medio mordido.
Siempre guardo todo en la
misma caja
fumo el mismo cigarrillo,
es la táctica que siempre
falla,
lo que recojo en las
mañanas,
la misma ropa,
tus cabellos,
una ausencia rutinaria,
el abandono que se cuaja
cuando huele a café
y el pan medio mordido.
Miro mis pies desnudos,
ordeno palabras y causas,
le subo a Bach,
recuerdo cuando me mirabas,
recuerdo cuando me mirabas,
enciendo un cigarrillo
y cuando hablo con tu
ausencia
abre la puerta
y me suplica que cierre la
caja.
17
de Febrero/2012
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